(Reseña publicada en la WEB de la SEPEAP el 16 de Abril de 2009)
Bajo la denominación de vitamina A nos referimos a un grupo de compuestos que tienen estructura derivada del alcohol retinol, que participan en un amplio espectro de procesos metabólicos celulares relacionados con su crecimiento y diferenciación. Al igual que ocurre con otros micronutrientes el feto acumula vitamina A en el tercer trimestre de gestación, de forma que los nacidos antes de la semana 32 de gestación son deficitarias en este elemento. En el plasma la vitamina A esta ligada a una proteína trasportadora específica, la proteína transportadora de retinol, al copmplejo resultante se agrega la prealbúmina.
Se ha observado que los recién nacidos prematuros alimentados con nutrición parenteral pueden sufrir defectos de vitamina A, que viene a agravar el defecto de base de este elemento; las razones derivan fundamentalmente de la inactivación por la luz y la adsorción de este elemento liposoluble al sistema de infusión intravenoso. Por este motivo algunos autores han recomendado la administración IM de esta vitamina tres veces por semana. Aunque no se conoce la concentración adecuada de vitamina A en el suero de pacientes, las concentraciones por debajo de 200 mcg/L se consideran deficientes en prematuros y niveles por debajo de 100 mcg/L se consideran deficiencias graves.
En el modelo animal se ha observado que la deficiencia de vitamina A origina cambios histopatológicos en el epitelio respiratorio, que consisten fundamentamente en traqueobronquitis y la existencia de metaplasia escamosa del epitelio. Algunos autores han observado que los recién nacidos prematuros que desarrollan broncodisplasia pulmonar tienen niveles de vitamina A en suero por debajo de lo recomendable. Además, varios estudios desarrollados en modelos animales muestran que la administración de vitamina A pueden acelerar el cierre postnatal del ductus arterioso y mejorar otras complicaciones de la prematuridad incluida la retinopatía, la hemorragia ventricular y la enterocolitis necrotizante.
Dada la posibilidad e generar toxicidad con dosis elevadas de vitamina A, en el momento actual existe cierta incertidumbre sobre la utilidad de los suplementos de vitamina A en el recién nacido prematuro. B. A. Darlow and P. J. Graham. Vitamin A supplementation to prevent mortality and short and long-term morbidity in very low birthweight infants. Cochrane.Database.Syst.Rev. (4):CD000501, 2007; publican esta revisión sistemática de la utilidad de los suplementos de vitamina A en recién nacidos prematuros con peso inferior a 1500 g y/o 32 semanas de edad gestacional. En la mayoría de los estudios la vitamina A se administró generalmente a partir del cuarto día de vida. El estudio realizado por Tysson en 1999, con una dosis de vitamina A de 5000 UI (IM) tres veces por semana durante 4 semanas observó una reducción significativa de muerte o de los requerimientos de oxígeno al mes de vida (RR característico 0,75; [IC del 95%: 0,62; 0,91). La administración de suplementos con vitamina A también puede reducir la incidencia de retinopatía del prematuro y de sepsis nosocomial. Los ensayos no permiten juzgar la mejor vía de administración de suplementos, aunque el único ensayo que proporcionó vitamina A enteral no encontró beneficios significativos.
Prof. Dr. José Uberos Fernández