martes, 12 de julio de 2016

Cribado de la fibrosis quística neonatal

(Reseña publicada en la WEB de la SEPEAP el 13 de Junio de 2006)
Es un hecho admitido que la frecuencia y gravedad de la fibrosis quística hacen de esta enfermedad candidata a la realización de forma rutinaria de un cribado sistemático durante el periodo neonatal. Aunque no existe en el momento actual posibilidad de curación para este proceso, la detección precoz del problema se ha asociado en los estudios realizados con menor morbilidad durante la primera década de vida, posibilidad de evitar errores diagnósticos y una disminución del gasto sanitario derivado de la realización de estudios y tratamientos innecesarios. En 1979 JR Crossley publicó en Lancet la utilidad de un marcador biológico, útil para la detección neonatal de la fibrosis quística, la tripsina inmunorreactiva. En la actualidad otro marcador biológico de fibrosis quística ha sido identificado la proteína asociada a la pancreatitis (PAP) que puede ser evidenciada mediante un test de Elisa y ofrece una sensibilidad y especificidad muy superior a la tripsina inmunorreactiva.
J. Sarles and J. C. Dagorn. [Cystic fibrosis neonatal biology.]. Pathol.Biol.(Paris), 2006; analizan en una editorial la sensibilidad del cribado neonatal de la fibrosis quística, que se ha visto mejorada por la posibilidad de asociar un marcador genético que consistiría en la detección de la mutación en el gen de la fibrosis quística (CFTR). Se considera que la sensibilidad del test diagnóstico, si se excluyen los neonatos con ileo meconial, es superior al 90%, la investigación genética del CFTR en neonatos que presentan en una primera prueba de cribado una tripsina inmunorreactiva elevada, disminuye los falsos positivos a menos del 0.2%.
El principal inconveniente de esta técnica deriva de la existencia de mas de 1000 mutaciones descritas sobre el gen CFTR, la investigación de la mutación mayoritaria (delta F 508) observada en el 60-70% de los casos ofrece una tasa de falsos negativos inaceptable (mas del 15%), por lo que para obtener unos niveles de sensibilidad y especificidad satisfactorios es preciso ensayar entre 20 y 30 mutaciones reconocibles. A esta cuestión pueden añadirse otras cuestiones de tipo ético derivadas de la posibilidad de detectar sujetos heterocigotos o con formas leves de la enfermedad, estos sujetos posiblemente no desarrollen ninguna alteración durante su vida, sin embargo transmitirían esta alteración a su descendencia; se considera que 1/30 sujetos puede ser heterocigoto para este gen. Por ello, se haría precisa un consentimiento informado explícito para la realización del test.
Prof. Dr.José Uberos Fernández 

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