domingo, 10 de julio de 2016

Estrés neonatal como factor modulador de la respuesta inflamatoria

(Reseña publicada en la WEB de la SEPEAP el día 20 de Octubre de 2009)
El estrés en periodos precoces de la vida se ha relacionado por algunos autores con mayor riesgo de desarrollar en la vida adulta enfermedades mentales o procesos crónicos. El estrés durante el periodo neonatal desencadena cambios a largo plazo en múltiples sistemas neurotransmisores y estructuras cerebrales que pueden aumentar la vulnerabilidad frente a algunos procesos patológicos en la vida adulta. Bajo la base de la experimentación animal se ha podido establecer una relación entre estrés neonatal, alteración del sistema inmune y aumento de la vulnerabilidad a la enfermedad. Muchos de estos estudios han utilizado el modelo de separación maternal como mecanismo para generar estrés, en dichos ensayos se ha comprobado una disminución en los receptores de glucocorticoides en hipocampo e hipotálamo y aumento de la hormona hipotalámica liberadora de corticotrofina, lo que supone que el solo hecho de separación de la madre, altera el feedback de los glucocorticoides en el neonato. La activación del eje hipotalámico-hipofisario es un importante elemento en la respuesta inflamatoria a la infección. La secreción de citokinas proinflamatorias como parte de esta respuesta inflamatoria se han relacionado con la respuesta del sujeto a la enfermedad. Se podría resumir que el estrés neonatal incrementa los niveles de citokinas proinflamatorias que se relacionan con la respuesta a la infección.
Sobre la base del modelo animal de experimentación Ronit Avitsur and John F. Sheridan. Neonatal stress modulates sickness behavior. Brain, Behavior, and Immunity 23 (7):977-985, 2009; demuestran que los efectos estresantes durante los periodos precoces de la vida tienen sus repercusiones en diversos sistemas orgánicos a largo plazo. Las alteraciones endocrinas e inmunológicas detectadas pueden originar mayor severidad de los procesos infecciosos. El estudio de R. Avitsur estudia los cambios a largo plazo asociados con la respuesta inmune tras un periodo de estrés neonatal. En uno de los ensayos, los ratones separados de sus madres durante un periodo de 6 horas en los días 1 a 14 de vida; al llegar al periodo adulto estos ratones eran infectados con bajas dosis del virus influenza, se analiza la respuesta a la infección, que en este grupo consistió en escasa ganancia ponderal, anorexia y disminución del consumo de soluciones azucaradas. Además la severidad de la influenza resultó mayor en este grupo. En otro estudio se analiza la respuesta a la inyección de lipopolisacáridos, que como se sabe inducen una rápida respuesta de citokinas proinflamatorias, al igual que en el ensayo anterior los lipoplisacáridos inducen anorexia, escasa ganancia ponderal y menor consumo de alimentos azucarados en el grupo de ratones estresados.
Los autores concluyen que el estrés neonatal modula los síntomas asociados con activación del sistema inmune, particularmente los relacionados con las respuestas de citokinas proinflmatorias 

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